La comunicación para el cambio social y de comportamientos, ubica al ser humano en el centro de las intervenciones, como sujeto de derechos. Los participantes de los programas (no audiencias) tienen un rol activo. A través de múltiples herramientas la comunicación educativa, y canales de comunicación donde tienen cabida todos, incluidos los medios tradicionales, los participantes a través de la reflexión-acción, el intercambio de experiencias y saberes, pueden ser sujetos de su propio desarrollo.
Generalmente, la comunicación es considerada como una herramienta indispensable en cualquier programa o proyecto. No obstante, esta herramienta no siempre es utilizada para generar cambios positivos en las personas, los objetivos pueden tan diversos como los colores.